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Críticas Imperdonables

Slumdog Millionaire

Caen los créditos finales de Slumdog Millionaire y es imposible no sentirse bien y sonreír, maravillado con lo que hemos visto, con lágrimas mezcladas de alegría y de tristeza, de esas lágrimas inexplicables que salen de partes olvidadas, de esas regiones personales e internas pero globalmente entendidas, del niño pequeño que fuimos alguna vez, del adulto que comprende el proceso, del adolescente que se enamora irremediablemente y sin miedo a las consecuencias. ¡Qué gusto salir así del cine!, ¡Qué gusto saber que existen cintas que logran causar de tal modo tantas cosas y tal viaje emocional!